Tucumán busca liderar la lucha aérea contra el narcotráfico en medio de un fuerte debate regional

La caída reciente de una avioneta en Rosario de la Frontera volvió a exponer la fragilidad del control aéreo en Argentina, especialmente en el NOA y el NEA. Aunque la responsabilidad del control pertenece exclusivamente a la Nación, las provincias pueden acompañar con terrenos, seguridad y personal capacitado.

En este contexto, si avanza el proyecto impulsado por el gobernador Osvaldo Jaldo para instalar un sistema de vigilancia especializado en detectar vuelos clandestinos, Tucumán sería la primera provincia en invertir directamente en control aéreo.

El mapa narco desde el aire

Investigaciones judiciales muestran que muchas avionetas parten desde Bolivia cargadas con hasta 500 kilos de cocaína o marihuana. Suelen descargar la droga en el sur de Salta, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos, ya sea aterrizando o mediante “bombardeo”, arrojando los bultos desde el aire.

Santiago del Estero también fue señalada como un punto clave del tráfico. En una columna reciente, el periodista Miguel Wiñaszki citó al especialista Douglas Farah, quien describe a la provincia como un centro logístico con “centenares de pistas clandestinas y avionetas que trafican cocaína aprovechando desiertos y complacencia deliberada”.

Reclamos, polémica y la ley de Derribo

Ante la gravedad del panorama, el gobernador salteño Gustavo Sáenz pidió reactivar la Ley de Derribo, vigente durante el macrismo y derogada por el gobierno de Alberto Fernández.

El ministro de Seguridad de Entre Ríos y ex jefe de la Policía Federal, Néstor Roncaglia, respaldó ese pedido y advirtió: “Nos llenan de cocaína y violan nuestra soberanía”. Entre Ríos es una de las provincias con más casos de vuelos narcos en 2025.

La postura de Tucumán

El fiscal federal Rafael Vehils Ruiz llamó a bajar la tensión y remarcó que antes de hablar de derribos, es indispensable fortalecer el sistema de control aéreo. Le pidió públicamente al gobernador Jaldo coordinar un planteo conjunto con otras provincias y avanzar en la compra de escáneres para las rutas.

De forma paralela, los legisladores oficialistas Gerónimo Vargas Aignasse, Maia Martínez y Carlos Najar presentaron un proyecto de Cooperación Aeroespacial, Radarización e Interdicción Aero-Terrestre, con el objetivo de mejorar la prevención y represión del delito transnacional.

Aunque valoraron los avances del Operativo Lapacho, señalaron que es insuficiente. Tucumán aún tiene zonas sin radar, lo que impide detectar de forma temprana el Tránsito Aéreo Irregular (TAI).

Qué necesita Tucumán para avanzar

La experiencia del Operativo Lapacho dejó una conclusión clara: sin coordinación directa con la Nación, el control aéreo provincial es limitado. Para lograr detección real de aeronaves irregulares, se requieren:

  • Radares primarios y secundarios, integrados al Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica).

  • Plena operatividad de las Reglas de Protección Aeroespacial (RPA), cuya aplicación depende del Gobierno Nacional.

En medio de este debate regional, Tucumán se prepara para dar un paso histórico y posicionarse como la provincia líder en la lucha aérea contra el narcotráfico.

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