Sin obras ni proyectos solo con un preso como actos de Gobierno

Escasos, prácticamente nulos fueron los pasajes que la oposición avaló del discurso que brindó el gobernador Osvaldo Jaldo en la 120° apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura. En líneas generales, legisladores de signos políticos rivales al peronismo criticaron con dureza el mensaje en el que mayormente se destacó la gestión de 2024 y se trazaron algunos lineamientos para este año o los venideros (como la intención de una reforma electoral de cara 2027). Consideraron en gran parte que se habló de logros por solucionar cuestiones heredadas de otra gestión, pero del mismo signo político. Y casi ningún parlamentario hizo comentarios respecto al intento de sedición que denunció Jaldo.

La radical Silvia Elías de Pérez (Valores par Tucumán) opinó que el mensaje del mandatario “fue más una mirada al pasado que una proyección hacia el futuro”. “Nos mostró la pesada herencia que ellos mismos se heredaron (sic). Se hizo una recapitulación de cómo estaba la provincia al inicio de su mandato y de los avances que dicen haber logrado, pero faltaron planes concretos para lo que viene”, fustigó.La ex senadora reprochó que la reforma política que mencionó Jaldo a inicios de 2024, como un tema prioritario, pasó de ser una urgencia a un ítem más cuya concreción se aplazó para 2026. “Eso deja en evidencia que no hay una verdadera decisión de avanzar en los cambios que Tucumán necesita con urgencia”, dijo. Y añadió: “nos hubiera gustado que hablara de más medidas para asegurar la transparencia y prevenir la corrupción; que anunciara una mayor partida presupuestaria para la infancia, el tratamiento de las adicciones y la educación”

El legislador Agustín Romano Norri (Evolución Radical) consideró que el discurso de Jaldo atrasa. “Sobre un total de 108 minutos que duró la lectura del mensaje, más de 80 fueron para relatar hechos del pasado. Sólo hizo cinco anuncios para este año, de los cuales varios ya se habían realizado”, argumentó. Según razonó, con ese accionar queda demostrado que la gestión de Jaldo “es más de lo mismo”. “Lamentablemente los tucumanos andaremos en piloto automático hasta el 2027, y el gobierno sólo podrá mostrar como un logro el pago de sueldos en tiempo y forma”, arremetió.

“Los tucumanos perdieron una gran oportunidad para conocer el rumbo que el gobernador pretende para la provincia. Además de haber pateado para adelante una promesa que había realizado hace justo un año, como fue la reforma electoral. Ahora dice que tenemos hasta el 2026 para aprobarla”, cuestionó el radical.

El radical José Cano, en tanto, lamentó que Jaldo se haya enfocado en la lectura de actuaciones judiciales, “presentadas como un logro de gobierno”, en lugar de hacer un balance de gestión y de informar un plan concreto para el futuro. “Esto demuestra una desconexión con las verdaderas preocupaciones de los tucumanos, que esperaban escuchar soluciones para sus problemas cotidianos y no un uso político de causas judiciales”, fustigó.

El ex diputado consideró que no hubo anuncios concretos sobre los problemas que afectan la vida cotidiana de la gente. “No hubo ninguna mención a medidas concretas para generar empleo o atraer inversiones. Tucumán necesita soluciones reales para salir de la parálisis económica y avanzar hacia un crecimiento sostenido”, sostuvo.

El libertador José Macome reprochó que se postergue la reforma política y electoral que se prometió hasta 2026. “Esperaba que el gobernador propusiera una norma para que no vuelva a ocurrir el presunto desfalco que se denunció en Banda del Río Salí”, desafió, y reclamó medidas de fondo. “Sin reforma política, el clientelismo y la falta de transparencia van a seguir generando desvíos de fondos”, dijoAunque estuvo ausente de la sesión por cuestiones familiares, el radical José Seleme -recientemente cercano a La Libertad Avanza- chicaneó con que a Jaldo se le “perdieron” promesas hechas, como la reforma política, la reducción de acoples o la ley de acceso a la información, y que “no encontró” obras para anunciar. “Mientras los vecinos se ahogan con impuestos, los recursos se distribuyen según el color político. Eso es, lisa y llanamente, clientelismo puro y descarado. Pero de eso, ni una palabra en el discurso”, cuestionó..

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