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El presidente Javier Milei decidió desplazar a Sergio Neiffert de la conducción de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) y nombrar en su lugar a Cristian Auguadra. La medida se formalizó a través de un decreto firmado a última hora del miércoles y marca un nuevo capítulo en las tensiones internas del oficialismo.
Neiffert, que había llegado al cargo en 2024 gracias a su vínculo con el asesor presidencial Santiago Caputo, se negó a presentar su renuncia y trató de resistir hasta último momento. Su cercanía reciente con Karina Milei tampoco alcanzó para sostenerlo. Su salida ocurre días después de que el Gobierno ampliara el presupuesto de la SIDE en casi 18 millones de dólares, en medio de denuncias por presunto uso irregular de fondos y espionaje político.
Durante su gestión, Neiffert fue denunciado por el CELS por supuestas tareas de inteligencia ilegal sobre dirigentes opositores, sindicalistas y hasta grupos de jubilados. También quedó bajo la lupa tras revelarse un Plan de Inteligencia Nacional (PIN) que habría habilitado vigilancia a periodistas y economistas. A esto se sumaron cuestionamientos internos y acusaciones de malversación de fondos, incluso por parte de la exdiputada libertaria Lourdes Arrieta.
El deterioro del funcionario se aceleró en las últimas semanas, luego de un episodio escandaloso en su domicilio: una fuerte discusión con el subsecretario administrativo José Lago Rodríguez, quien fue a pedirle la renuncia y terminó expulsado a los gritos. Lago Rodríguez también está siendo investigado por utilizar dinero público para viajar en primera clase a Azerbaiyán para asistir a una carrera de Fórmula 1, junto al jefe del Servicio de Inteligencia Argentino, Alejandro Colombo.
Con la salida de Neiffert, la SIDE inicia —según el comunicado oficial— una etapa de “modernización técnica y operativa”, con el objetivo de construir un sistema de inteligencia “más ágil, integrado y acorde a los desafíos actuales”. Sin embargo, puertas adentro se interpreta como un nuevo capítulo de la disputa interna entre Karina Milei, Santiago Caputo y el propio presidente, conocido como “el triángulo de hierro”.
El reemplazo, Cristian Auguadra, contador y hasta hoy jefe de Asuntos Internos, es un nombre casi desconocido en la política, pero cuenta con la plena confianza de Caputo. Su designación busca cerrar la crisis y recuperar control dentro de un área clave del Gobierno.
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