La canasta familiar tucumana superó el millón de pesos y preocupa el impacto en los hogares

El incremento de precios en alimentos, lácteos y carnes volvió a golpear el bolsillo de los hogares tucumanos. En octubre, una familia tipo necesitó más de $1.000.000 para no ser pobre y casi medio millón solo para alimentarse.

El constante aumento de precios en productos esenciales se hizo sentir con fuerza durante octubre. La carne, los lácteos y otros artículos de consumo básico fueron los principales protagonistas de la suba, empujando hacia arriba el costo de vida de los tucumanos.

Según el relevamiento de la Dirección de Estadística de la Provincia, una familia tipo —compuesta por un matrimonio y dos hijos pequeños— necesita más de $1.000.000 mensuales para cubrir la Canasta Básica Total (CBT), es decir, los gastos mínimos en alimentación, salud, transporte, educación y servicios esenciales.

En tanto, para no caer en la indigencia, ese mismo hogar debe reunir $485.919 mensuales, monto correspondiente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que refleja el costo mínimo indispensable para comer durante un mes.

Las cifras oficiales muestran que la CBA aumentó un 1,9% respecto de septiembre, mientras que la CBT subió un 2,1% en el mismo período. En lo que va del año, ambas acumulan una suba cercana al 21%, y en comparación con octubre del año pasado, los incrementos fueron del 24,8% y 24%, respectivamente.

Pese a que el rubro alimentos y bebidas es considerado “inelástico” —porque se trata de bienes de primera necesidad que difícilmente reducen su consumo aun cuando suben los precios—, el informe señala una caída interanual del 1% en las ventas durante octubre. Este dato refleja la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y el impacto directo de la inflación en el consumo básico.

Si bien el mes pasado se observó una leve mejora mensual del 3,5%, fue la primera recuperación del año, lo que pone en evidencia la magnitud del retroceso en la demanda. La falta de liquidez, la incertidumbre económica y las altas tasas de financiación hicieron que muchos consumidores postergaran compras o redujeran gastos, incluso en productos esenciales.

Desde distintos sectores comerciales advirtieron que las promociones y los descuentos en efectivo no alcanzaron para reactivar las ventas, mientras que las compras con tarjeta se vieron limitadas por las tasas de interés elevadas. El resultado: una economía doméstica cada vez más ajustada, donde las familias deben restringir el consumo de lo básico para subsistir.

Por otra parte, un informe de la Fundación Colsecor —que releva precios en 29 localidades de siete provincias— mostró que la Canasta Alimentaria registró en octubre un incremento promedio del 0,8% respecto de septiembre. En lo que va del año, el aumento acumulado fue del 19,1%, y en la comparación interanual la suba llegó al 21,4%.

Los valores varían según la composición del hogar. Un adulto mayor que vive solo necesitó $159.852 para no ser indigente. Una pareja de adultos mayores requirió $239.778, mientras que una familia de tres integrantes precisó $393.236. En tanto, un hogar con dos adultos y dos menores en edad escolar necesitó $493.942, y uno de cinco integrantes con tres niños alcanzó los $519.519 mensuales.

Estos números reflejan el impacto sostenido de la inflación en la economía diaria. El costo de vida continúa en ascenso, y el poder adquisitivo de los tucumanos se erosiona mes a mes, afectando sobre todo a los sectores de ingresos fijos.

En un escenario de incertidumbre y sin una recuperación clara del salario real, la canasta familiar tucumana superando el millón de pesos se convierte en un símbolo de la dificultad que enfrentan miles de familias para sostener sus gastos esenciales y mantener un nivel de vida digno.

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