La jueza Julieta Makintach fue destituida por unanimidad por el Jurado de Enjuiciamiento, que concluyó que incurrió en irregularidades al participar en un documental mientras aún se desarrollaba el juicio por la muerte de Diego Maradona. La resolución, de más de 100 páginas, también la inhabilita para volver a ocupar cargos en el Poder Judicial.
El veredicto se conoció luego de seis audiencias y estuvo encabezado por la máxima autoridad del tribunal evaluador. Según se indicó, la producción audiovisual —titulada “Justicia Divina”— generó una situación incompatible con las responsabilidades de la magistratura, ya que se grabó y difundió cuando el proceso judicial todavía estaba en curso.
En la sala estuvieron presentes familiares directos de Maradona y allegados que siguen de cerca la causa.
Un intento fallido de evitar la sanción
En los días previos a la sentencia, Makintach había presentado su renuncia con la intención de eludir la destitución y conservar la posibilidad de regresar en el futuro al ámbito judicial. Sin embargo, su pedido no prosperó.
Durante los alegatos, la fiscal del proceso sostuvo que la magistrada había perdido las condiciones necesarias para ejercer el cargo y destacó que la jueza conocía y había aprobado el guion del documental, incluso partes que daban a entender una condena anticipada antes de que existiera un fallo judicial.
Otros integrantes del jurado remarcaron que la exposición mediática puede afectar la imparcialidad que exige la función judicial, señalando que la búsqueda de notoriedad pública puso en riesgo la credibilidad de todo el proceso.
Desde el Colegio de Abogados que participó en el debate, calificaron el daño ocasionado a la imagen de la justicia como “grave” y “profundamente perjudicial”.
La destitución marca un precedente significativo en torno a los límites entre la actuación judicial y la participación mediática en causas de alto impacto público.
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El Provincial Tucumán San Miguel de Tucumán