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Una cadena de fast food 100% argentina logró profesionalizar su modelo de negocio y acelerar su crecimiento con el objetivo de llevar uno de los íconos de la gastronomía nacional —el sándwich de milanesa— a nuevos mercados de la región y del mundo.
La idea de Milanga nació a comienzos de 2019, cuando Agustín Ghio, hoy socio y cofundador de la marca, se preguntó por qué no existía una cadena de comida rápida dedicada al sándwich más popular del país. Junto a su hermano Juan Manuel, que ya operaban una franquicia internacional, decidieron crear un concepto propio con identidad argentina.
El primer local abrió en la esquina de Corrientes y 9 de Julio, una ubicación estratégica que, pocos meses después, se vio golpeada por la pandemia. Lejos de retroceder, la empresa se sostuvo gracias al delivery, un canal que les permitió fortalecer el vínculo con los clientes y consolidar su propuesta.
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Inversión y gestión profesional
El proyecto demandó una inversión inicial cercana a los u$s400.000, destinada al primer local y al desarrollo integral de la marca. Desde entonces, Milanga reinvierte de manera constante en nuevos puntos de venta y en su planta de producción propia, clave para garantizar calidad, control y escalabilidad.
A la iniciativa se sumaron los hermanos Tomás, Alejo y Martín Waisman, referentes del sector gastronómico, y en 2022 se incorporó Pedro Corrado, ex ejecutivo de Mostaza, quien aportó experiencia en expansión y gestión. Este año también se integró Malena Fricher como gerente de Desarrollo y Expansión.
“Milanga es el resultado de un management sólido, con perfiles distintos pero complementarios, unidos por una fuerte visión y pasión por hacer las cosas bien”, destaca Ghio.
Crecimiento sostenido
En menos de un año, la marca pasó de un solo local a tener presencia en Palermo, Abasto y Quilmes. Para fines de 2025, la empresa proyecta cerrar con 12 locales operativos, tras la apertura de nuevas sucursales en La Plata y San Justo, y con otras en obra.
Para 2026, el plan es ambicioso: alcanzar 15 locales para marzo y superar los 20 puntos de venta antes de fin de año, incluyendo shoppings y ciudades del interior del país.
Actualmente, Milanga emplea a más de 300 personas, lo que representa un crecimiento del 30% respecto de 2024. Además, renovó acuerdos estratégicos con McCain y cerró una alianza con Coca-Cola, consolidando su posicionamiento dentro del segmento fast food.
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La planta, eje del modelo
Uno de los pilares del proyecto es su planta de producción ubicada en Pompeya. Con 1.800 metros cuadrados y capacidad para abastecer más de 100 sucursales, allí se elaboran milanesas, panes, salsas, postres y productos de pastelería.
“Tener una planta propia nos permite crecer con escala sin perder la esencia casera del producto”, explica Ghio. El control de calidad, la estandarización de procesos y la eficiencia de costos son claves para replicar la experiencia en cada local.
El salto internacional
El objetivo de la empresa es expandirse a través de franquicias dentro del país y avanzar en el plano internacional. La marca ya fue registrada en Uruguay, Paraguay, Chile y Estados Unidos, y actualmente negocia acuerdos de masterfranquicia para México y Chile.
“El modelo es 100% exportable. Queremos que el sándwich de milanesa llegue a cada rincón de la Argentina y, por qué no, al mundo”, concluye Ghio.
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